La minería del carbón en el golfo de Arauco y más específicamente en Lota tuvo marcados contrastes, mientras la familia Cousiño llego a ostentar ser la tercera fortuna del país y contar con propiedades en Santiago, Valparaíso y otras ciudades, tener embarcaciones propias para el traslado del mineral. Además, de fábricas de cerámicas, ladrillos, fundición, entre otras, mientras que La vida del minero fue muy dura y sacrificada cuando en los inicios de la actividad trabajaban desde que salía el sol hasta que se oscurecía, con precarias vestimentas y muy pocas o nulas medidas de seguridad, las que fueron mejorando con el transcurso del tiempo gracias a las luchas sociales de los mineros y sus familias.

En sus hogares los mineros contaban con el pilar fundamental su mujer quienes daban el apoyo y la fuerza con su sabiduría infinita y la maestría de dueña de casa para mantener el hogar que por lo general gran cantidad de hijos de buena forma.
Muchos de los hijos de los mineros debían trabajar desde temprana edad desarrollando actividades como abrir puertas o empujar algunos carros, raspar embarcaciones para su posterior pintado. Entre otras actividades


Una vida sacrificada y dura, pero ejemplo de la grandeza de la gente de Lota